“Tiempos Turbulentos

Por:

Devora Benchimol

Al llegar a la tierra de Israel, este pasado Enero ,un escalofrío de emociones encontradas recorre mi ser. En cada rincón, en cada piedra, en cada árbol, puedo sentir la historia palpitar y resonar con las huellas de tiempos turbulentos del 7 de Octubre .

La tristeza de conflictos pasados se entrelaza con la esperanza ardiente que se niega a extinguirse, creando un eco poderoso que se hace sentir en lo más profundo de mi corazón.

La historia de nuestro pueblo está marcada por la lucha constante, la resistencia ante la adversidad y la búsqueda perpetua de paz y seguridad. Desde los primeros días de la fundación del Estado hasta nuestros tiempos actuales, cada generación ha enfrentado desafíos únicos y ha dejado una huella indeleble en la historia de esta tierra.

Al recordar los horrores de las guerras y los conflictos que han sacudido nuestra tierra, siento una tristeza profunda por las vidas perdidas y las heridas que aún no han sanado por completo. Sin embargo, esta tristeza se transforma en una chispa de determinación y esperanza al contemplar cómo hemos superado obstáculos aparentemente insuperables una y otra vez.

En este momento de crisis y desafíos, mi corazón se vuelve hacia cada judío en Israel, sintiendo una profunda empatía y solidaridad. Cada uno de nosotros, independientemente de nuestras diferencias, somos parte de una familia extendida unida por la historia, la cultura y la fe. Es esencial que cada judío en Israel se sienta apoyado, protegido y valorado en estos tiempos difíciles.

La unión de nuestro pueblo es nuestra mayor fortaleza. Es el lazo invisible que nos une en momentos de alegría y en momentos de tribulación. Es el recordatorio constante de que juntos somos más fuertes, más resilientes y más capaces de enfrentar cualquier desafío que se nos presente.

Hago un llamado a todos los judíos fuera y dentro de Israel, desde el norte hasta el sur, desde el este hasta el oeste, a unirnos en solidaridad y compasión. Es momento de dejar de lado nuestras diferencias y trabajar juntos para superar las dificultades que enfrentamos. Cada gesto de apoyo, cada acto de bondad, cada palabra de aliento fortalece el tejido de nuestra comunidad y nos acerca un paso más hacia un futuro de paz y prosperidad.

Que cada judío en Israel sepa que no está solo, que somos una familia unida por la historia y el destino compartidos. Juntos, podemos superar los desafíos del presente y construir un futuro mejor para las generaciones venideras. Que la esperanza que arde en nuestros corazones sea la luz que guíe nuestro camino hacia adelante, unidos en amor, fortaleza y solidaridad.

Solo pido a Hashem una pronta liberacion de los secuestrados, y que la luz sea revelada .

Am Israel jai

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